Perú es uno de los países con mayores contrastes hídricos. El desarrollo sostenible de su enorme potencial agrícola depende de la adecuada gestión del agua y del territorio. Para lograrlo cuenta con la riqueza de la tradición ancestral que más cuidó el agua como principal vínculo con la tierra: la cultura inca. La pandemia de la COVID-19 ha puesto de relieve la importancia de recuperar este modelo agrícola basado en la comprensión y el seguimiento de las leyes de la naturaleza.
El retorno a las soluciones basadas en la naturaleza como las que se gestan en Perú son también la base para afrontar la adaptación al nuevo clima y lograr la máxima mitigación de los daños que el calentamiento de la atmósfera pueda causar. El éxito del Perú atañe a todo el planeta y de él todos podemos aprender. Leer más
24 diciembre, 2020 en 5:51 PM
COMPARTO TUS PREOCUPACIONES POR NO USAR LOS ANDENES QUE NOS LEGARON LOS INCAS.
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