
La década del 90 en Perú fue una época de cambios profundos y desafíos significativos. Entre los problemas más acuciantes estaba el hambre, exacerbado por la crisis económica, la violencia política y el desplazamiento de miles de personas. En este contexto, surgieron los comedores populares como una respuesta comunitaria y solidaria para enfrentar la inseguridad alimentaria. Sin embargo, la lucha contra el hambre no fue sencilla y comenzó con un caos inicial que, gracias a la organización y la implementación de un sistema efectivo, logró transformarse en un esfuerzo coordinado y eficiente. El legado de estos esfuerzos perdura en la memoria colectiva y sirve como un recordatorio de la importancia de la organización y la colaboración en la lucha contra la pobreza y la inseguridad alimentaria. La experiencia de los comedores populares en los años 90 sigue siendo una fuente de inspiración para futuras iniciativas que busquen enfrentar retos similares en otras partes del mundo. Leer más

Deja un comentario