Nuestro planeta es hermoso y cada vez nos sorprende más con vistas jamas imaginadas, como el espectáculo de olas azules con luces parecidas a las de neón. Esa luz no proviene de la propia agua, sino de un tipo de algas que en ella viven. Esta bioluminiscencia es producida por la noctiluca, más conocida por chispa de mar. Esta alga es de la familia de los dinoflagelados marítimos y se alimenta de plancton. Se puede encontrar en casi todo el mundo, habitualmente a lo largo de la costa y en las zonas poco profundas de la plataforma continental, zona que recibe mucha luz, necesaria para el crecimiento del fitoplancton. Estas algas no siempre brillan. Su bioluminiscencia tiene lugar tras movimientos bruscos del agua, como pueden ser las olas rompiendo en la costa. Esta es su manera de protegerse al sentirse atacadas o en peligro.