Todos sabemos reconocer un río al verlo: esos sistemas de corrientes trenzadas o serpenteantes están entre los elementos más bellos –y potentes – del mundo natural. Los libros de texto nos dicen que comienzan en algún lugar alto en las montañas. Cuando cae la lluvia, se derrite la nieve o los manantiales subterráneos emergen, el agua comienza a formar pequeños arroyos que fluyen cuesta abajo. Leer más