Gestión Sostenible del Agua

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El hornero

Autor Ronald Ancajima.

Hace unos años, cuando era docente en mi amada alma mater, la Universidad Nacional Agraria La Molina, lanzamos una revista, con el objetivo de compartir aspectos de la ingeniería agrícola, con mi profesor y amigo Juan Pablo Urbina Barreto. Llamamos a esta iniciativa el HORNERO en homenaje a este ingeniero y constructor de la naturaleza, el chilalito, como lo llaman en el norte del país a este laborioso animalito, que además de constructor, nos da una de las mejores señales sobre el clima.

Muchos años después, vemos en el muro del facebook de mi colega y amigo Cayo Ramos, un conjunto de imágenes del proceso constructivo de un nido, hecho por una pareja de chilalos. Inmediatamente me llevó a mi época de niñez, cuando mi madre nos llevaba al norte, a Chulucanas, de donde ella había nacido, y escuchábamos en las primeras horas de la mañana el canto de una avecilla de color naranja, era el chilalo. Mis primos me contaban que estas avecillas hacían sus nidos en barro y con dos habitaciones. Pensaba que nos engañaban, pero lo averiguamos pronto, cuando me llevaron a ver uno de estas maravillas de la naturaleza, quedé gratamente sorprendido; y por eso fue el nombre que sugerí para la revista que editamos años después en la UNALM.

También me contaron algunas cosas de esta avecilla, según señalaban mis primos, el chilalo no soporta vivir en cautiverio, en una jaula, dicen ellos, se molestan cantan y caen muertos, por eso es una frase popular en el norte,  «Cae como chillalo», en alusión a las personas coléricas (por favor al leerlos dale el dejo norteño)

Entusiasmado por este conjunto de imágenes, identificamos al autor de las mismas y encontramos al Uruguayo Daniel Carbajal Solsona, quien es diseñador gráfico, quien señala lo siguiente:

«Primero, no soy fotógrafo (tan sólo “saco” alguna foto). Segunda, lo construyeron entre fines de septiembre y el 30 de noviembre. Tercera, trabajan de 8 a 10 horas diarias. Cuarta, los domingos no trabajan! Ninguno de los dos, durante los domingos que hubo en esos dos meses y poco, concurrió a marcar tarjeta… si alguien sabe por qué, agradezco que me desasnen. Y quinta, es fascinante verlos moverse, es increíble el trabajo que hacen… sin manos! Cómo laburan! En fin… la noticia es que a partir de diciembre, algunos días, me despertarán estos bichitos».

Disfruten estas hermosas vistas amigos y aprendamos de la naturaleza.

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