En nuestro país, en días, pasamos de una situación de emergencia hídrica por sequía a otra por inundaciones. Es nuestra realidad y con ella debemos convivir.
Pero que significa las declaraciones de emergencia; según las propias normas, es para la ejecución de acciones inmediatas y necesarias de respuesta y reducción del muy alto riesgo y de rehabilitación en caso amerite. La pregunta es: ¿Se hicieron las acciones necesarias? ¿Se redujo en algo el efecto del evento? Y más aún, ¿Se rehabilitó algún área? Y de ser así ¿Cómo se rehabilitó?
En inundaciones el agua arrasa con todo lo que está en su dominio, en su cauce y de nuevo asistimos por TV a los destrozos que causa el huaico en la Comunidad de Cocas, el desborde en Tacna, el aluvión en Santa Teresa…y la lista es interminable.
En nuestro país, por desgracia, en un sistema de corrupción, los estados de emergencia muchas veces sirven para justificar el desvío del dinero hacia bolsillos de funcionarios inescrupulosos.
De nuevo es momento de entrevistar a estudiosos del tema, el Dr. Julio Kuroiwa ya no está con nosotros, pero él decía, nuevamente, lo que ya nos dijo hace años y hacíamos oídos sordos.
Cuando aprenderemos que estas situaciones, más que declaratorias de emergencia, son trabajos de prevención. Es absurdo que se declare en emergencia tal o cual lugar. Si están en inundación, es lógico que cada autoridad actúe frente a este hecho. Un Decreto Supremo no apura su actuación, o condiciona la misma. Simplemente deben actuar señores.
Creemos que no es momento de juzgar a las víctimas, por la construcción de sus viviendas en zonas prohibidas o por estar en el lugar y hora inadecuada; pero sí debemos llamar la atención en muchas de las cosas que nos competen como profesionales:
- Recuperar las prácticas ancestralesde nuestros antepasados trabajando las represas altoandinas, las prácticas de siembra y cosecha del agua, los excelentes sistemas de andenes y el almacenamiento de las aguas en q’ochas a nivel de parcelas.
- Creemos que las inundaciones pueden evitarse con acciones de prevención, como lo es la construcción de defensas ribereñas con enrocados; bien identificado los lugares de desbordes, hacer los trabajos de prevención. Basta con preguntar a las personas que viven en las zonas aledañas. Por ejemplo, al conversar con los agricultores de Taucachi en Casma, ellos señalaban por donde se había salido el río en el año 83 y el 97.
- Utilizar las defensas ribereñas vivas con especies como el sauce, huarango y arbustivas que impidan que el agua penetre y cauce los destrozos que todos vemos, ahora desde la “comodidad” del Facebook. Para lo cual debemos trabajar aspectos de capacitación y sensibilización para que estas prácticas sean adoptadas por los integrantes de las organizaciones de usuarios.
- Aunado a ello los proyectos de reforestación con especies nativas, la siembra y cuidado de pastos Altoandinos y los programas de tecnificación del riego.
- Adicionamos los sistemas de alertas, que señalen situaciones de emergencia y que avisen con el tiempo suficiente para que la población pueda evacuar. También que indique los lugares de eminente riesgo y que sea de conocimiento pleno de los alcaldes, de las aseguradoras y de las financieras que no otorguen créditos para construcción en eso lugares.
- Las acciones de descolmatación de ríos, de limpieza de drenes. Los canales deben ser limpiados por los usuarios.
- Reiteramos la voluntad política y los compromisos de los principales actores. En el financiamiento de estas acciones, todos debemos aportar bajo las formas que se consideren. No hay presupuesto de una sola institución que soporte inversiones de este tipo, tiene que ser la suma de todos.
- Indicamos la necesidad de Planificar y fortalecer y/o crear organizaciones, los Consejos de Recursos Hídricos, en su defecto conformar Comités de Gestión.
- Reactivar programas de encauzamiento de ríos y protección de estructuras de captación, como el anterior PERPEC, con una adecuada administración que trabaje bajo una Planificación con Visión Compartida, con la participación de los usuarios y el involucramiento de las instituciones y organizaciones existentes en la cuenca. Formular planes de protección y de contingencias.
- Sería importante tener una autoridad del agua con plenas facultades para organizar y activar el Sistema de Gestión de Recursos Hídricos, con la capacidad de convocatoria y de sanción ante la inacción de las autoridades que tienen que ver con la prevención, y que no se destine (creo que la mejor frase es festine) recursos que son destinados a esta acción. Siempre, ante situaciones de emergencia las acciones son descoordinadas e improvisadas cuando lo que se tiene que hacer es que cada institución y organización cumpla su rol.
- Trabajar proyectos basado en la Seguridad Hídrica que contemple la reforestación de partes altas, ampliar la capacidad de almacenamiento de las lagunas altoandinas, construcción masiva de reservorios en las partes medias y bajas de la cuenca, prácticas de siembra y cosecha del agua, tecnificación y uso eficiente del agua de riego.
- Señalar las acciones de comunicaciónpara que la población sepa qué y cómo se está llevando a cabo lo planificado.
- Campañas de difusión y sensibilización que permita tomar conciencia en el mejor uso del agua y el territorio.
¿Gestión de cuencas o gestión de las intervenciones en las cuencas?
Una vez más señalamos la idea que lanza nuestro amigo Axel Dourojeanni. El razonamiento elemental indicaría que sí se aumentan las intervenciones en una cuenca y su sistema hídrico, también debería aumentar proporcionalmente las capacidades de gestión de dichas intervenciones, sobre todo la capacidad de planificar y ordenar la ocupación del territorio y fiscalizar las intervenciones minimizando o compensando los efectos no deseados.
Gestión de las intervenciones en las cuencas, no gestión de cuencas, las cuencas no requieren que las gestionemos. Las intervenciones sí.
No hay desastres naturales, lo que hay, son eventos naturales que se convierten en desastres por las malas intervenciones.
Aprender de nuestros antepasados, que convivieron con un medio hostil y difícil, como lo andes, pero lo dominaron con ingenio y tecnología, pero sobre todo con respeto.
¡Basta de tanta improvisación!
¡Basta de tanta ineficiencia!
¡Basta de permanecer callados y no pronunciarnos!
Pingback: Una vez más en emergencia | Gestión Sostenible del Agua
26 febrero, 2020 en 10:24 AM
Ronald, es importante mencionar un orden en las ideas. Allí pude observar que no mencionas los instrumento para la Planificación en la Gestión de Riesgo como la ZEE, instrumento que no es tomado en cuenta por nuestras autoridades para el desarrollo y crecimiento Urbano.
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