El escenario mundial es un mensaje de la pachamama recordándonos que necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta. Debemos promover un respeto hacia la naturaleza, el cuidado de la pachamama y de la yakumama, re-valoremos la forma como nuestros ancestros miraron la vida, donde el inicio y fin de todo era la pachamama.
Hoy más que nunca se requiere de decisiones firmes para proteger a la humanidad de este terrible mal. La pachamama nos ha estado dando mensajes que simplemente no logramos ver, le hemos dado la espalda en esa vorágine que llamamos utilidad, ganancia o rentabilidad y que lo enmascaramos como desarrollo.
Nos hemos olvidado de un principio básico, el bien común, que consiste en pensar que lo que hagamos en nuestro beneficio no debe perjudicar a nadie.
Dentro de los crímenes ambientales vale la pena recordar el de una granja de cerdos de la trasnacional Granjas Smithfield (recordemos el nombre de esta empresa) en Virginia Estados Unidos, el mayor productor de carne de cerdo en el mundo. Mark Devries, un director de cine, decidió poner una cámara a su dron para que sobrevolara las instalaciones de esta inmensa granja.
Una vez que el dron pasó la barrera de árboles, sobrevoló un lago. Pero su color evidenciaba la contaminación en él: era un pozo del tamaño de cuatro canchas de fútbol lleno de orina y excremento de los cerdos. Más allá del lago, estaban la granja con edificios que albergan a miles de cerdos, muchas veces tan sobre poblados que los cerdos no pueden ni voltearse. Pero cuando Devries continuó con su investigación descubrió algo aún peor.
En algún momento cuando ese “lago” se llena demasiado, tiene que ser vaciado ¿Cómo lo hacen? Es para no creerlo, pulverizan el agua, con un aspersor tipo cañón de gran alcance, no importando el daño que hace a los campos vecinos, a la vida de las personas que viven en los alrededores. ¿Qué estará pasando en este lugar? ¿Cómo han sancionado u modificado este estado de cosas? No lo sabemos, pero es probable que la situación siga, esperamos equivocarnos.
Pero también estamos seguros que situaciones parecidas se viven en otras partes de ese país y de manera general en buena parte del mundo.
Circula en redes que el gobierno estudia una posibilidad de un aislamiento inteligente, esto impulsado por los grupos de poder que ven mermadas sus utilidades. ¿Qué pasaría? ¿Es el Perú un país formal donde las leyes se respetan?
Veamos de nuevo el accionar de Smithfield pero ahora en Dakota del Sur.
En la fábrica de carne de cerdo de la empresa Smithfield, el brote de coronavirus se propagó a la velocidad de un incendio forestal.
Pero ¿cómo un foco de covid-19, en uno de los estados menos densamente poblados de EE.UU., se convirtió en el más importante de la primera economía mundial?
Se supo que un trabajador de la empresa tenía el coronavirus, a través de la llamada de una persona, hija de una trabajadora de la empresa que tenía pánico que a su madre le pueda dar esta terrible enfermedad.
La fábrica cuando funciona a plena capacidad, es capaz de procesar hasta 19.500 cerdos recién sacrificados por día, cortándolos, moliéndolos y convirtiéndolos en millones de kilos de tocino, salchichas para perros calientes y jamones finamente cortados. Con 3.700 trabajadores, también es el cuarto mayor empleador de la ciudad.
Por supuesto la denuncia se confirmó, pero la fabrica ¡ay! ¡siguió trabajando! Para Trump, Smithfield es parte de la «industria crítica» estadounidense. Los dueños de la empresa dijeron: «Estamos tomando las máximas precauciones para garantizar la salud y el bienestar de nuestros empleados y consumidores».
Pero fue tan solo el comienzo de casi tres semanas de ansiedad, de la denunciante, durante las cuales sus padres continuaban asistiendo a una fábrica que sabían que podía estar contaminada y a empleos que no podían permitirse perder.
El alcalde Paul TenHaken le solicitó formalmente a la gobernadora Kristi Noem que emitiera una orden de quedarse en casa, así como un centro de aislamiento.
Ella negó ambas solicitudes. A pesar del fuerte aumento en los casos, Noem también continuó rechazando emitir una orden de cuarentena obligatoria en Dakota del Sur, diciendo específicamente que dicha orden no habría evitado lo sucedido en Smithfield. «Eso es absolutamente falso«, dijo.
Durante tres semanas, el número de casos confirmados de empleados en Smithfield aumentó lentamente, de 80 a 190 y luego a 238. Para el 15 de abril, cuando Smithfield finalmente cerró bajo la presión de la gobernación de Dakota del Sur, la planta se había convertido en el foco número uno en Estados Unidos, con 644 casos confirmados entre empleados de Smithfield y personas contagiadas por ellas.
En total, las infecciones relacionadas con Smithfield representan el 55% de la carga en el estado, que ha superado con creces a sus estados vecinos mucho más poblados, si se toman las cifras per cápita.
Creemos que es importante dar a conocer este caso, cuya fuentes es BBC Mundo, en este día tan importante para la pachamama con el fin de llamar a la cordura y que no nos dejemos avasallar por el poderoso don dinero, que obviamente le interesa poco el bienestar de las personas. Sigamos en el aislamiento social, hagamos eco de las buenas propuestas como el Sistema Alimentario Nacional de Emergencia (SANE) que hemos publicado hace unos días, respetemos las recomendaciones que nos da el gobierno con el Presidente a la cabeza.
Juntos vamos a superar esta crisis sanitaria y volveremos a mirar, ahora sí, con respeto a la pachamama.
¡FELIZ DÍA PACHAMAMA!
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