
¡Feliz día Señor agricultor peruano!
Autor: Ronald Ancajima Ojeda (25/jun/2022)
El 24 de junio celebramos el día del campesino, en GSAGUA decimos, el DÍA DEL SEÑOR AGRICULTOR, en un escenario de incertidumbre nacional por una eventual crisis alimentaria internacional.
El agricultor peruano, una vez más, nos enseña que su fortaleza es mayor que los problemas que enfrenta, por que corre por sus venas sangre de una estirpe de grandes hombres que lograron dominar las mayores adversidades que le plantea un territorio tan agreste como el nuestro.
Aprovechar este momento para una reflexión.
Sobre la crisis alimentaria
«El número de personas que sufre inseguridad alimentaria aguda y requiere asistencia alimentaria urgente para salvar vidas y apoyo a los medios de vida sigue aumentando a un ritmo alarmante. Por eso, es más urgente que nunca antes hacer frente a las causas profundas de las crisis alimentarias en lugar de solo responder después de que estas ocurren. Esta es una de las principales conclusiones de un informe anual presentado por la Red mundial contra las crisis alimentarias, una alianza internacional de las Naciones Unidas, la Unión Europea (UE), organismos gubernamentales y no gubernamentales que trabaja para hacer frente conjuntamente a las crisis alimentarias» Fuente FAO 2022
A la crisis global alimentaria sumamos, en el caso peruano, una escasez de fertilizantes que de todas maneras puede afectar a la mediana agricultura; en la agricultura de exportación, el emprendimiento y versatilidad de nuestros agricultores han logrado acceder a productos alternativos de fertilización y estamos seguros que los rendimientos se van a mantener. Según las estadísticas agrarias, el avance de la campaña agrícola 2021-2022 se mantiene casi igual (solo ha disminuido un 3.3% respecto de los últimos cinco años) lo que indica que los niveles de abastecimiento se mantendrán.
La evolución de precios de la urea, solo por resaltar uno de los fertilizantes de mayor uso en el país, de S/. 65 soles en octubre del 2021 a más de S/. 270 soles en la actualidad, indica un precio prohibitivo para el pequeño agricultor, quienes con el precio anterior simplemente no accedían y evitaban su uso. Las condiciones de no uso simplemente se mantendrían y por lo tanto las proyecciones de producción también.
Creemos que la crisis alimentaria en el mundo se presenta como una oportunidad para nuestro país, demos el salto tecnológico que requiere nuestra pequeña y mediana agricultura, que este salto obedezca a una política de desarrollo estratégico teniendo como uno de sus ejes al agro. Nuestro clima, diversidad biológica, pero sobre todo el conocimiento de nuestra gente hará posible nuestro ansiado desarrollo. Tenemos un vasto territorio que solo espera la infraestructura para producir, nuestros ancestros ya lo hicieron con las miles de hectáreas en andenes que nos heredaron.
Potencial agrícola en el Perú
El 24 de diciembre del 2019 el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego del Perú (MIDAGRI) oficializa el área agrícola del país e indica una superficie de 11’649,716 ha, rectificando de esa manera el dato del CENAGRO (2012) que señalaba que el área agrícola era de 7’125,007 ha.
Nuestro planteamiento con el dato anterior era que el Perú puede, tranquilamente, convertirse en una potencia alimentaria y ser una despensa en alimentos para el mundo. Con la información última del MIDAGRI este pensamiento cobra mayor fuerza. Decimos ahora que 09 millones de hectáreas esperan solo el agua e infraestructura para producir y colocar a nuestro país en el sitial que merece gracias a su diversidad climática y de suelos.

Legado ancestral – Andenes
Sobre los sistemas de andenes en el Perú no tenemos un inventario final que nos indique el área real de este extraordinario legado.
Según AGRORURAL, en un inventario parcial en 11 regiones del país, contabilizaron 340 719 ha de las cuales están parcialmente en uso 259 319 ha y la diferencia 81 400 en estado de abandono.
El equipo de Hidráulica Inca ha consolidado la información y nos presentan el siguiente gráfico, señalando 353 255 ha en 10 regiones del país y destacan áreas donde aún faltan inventariar sistemas de andenes.

Las estadísticas que muestra Agrorual indican que el 76% del área de andenes se vienen usando, consideramos están siendo sub utilizados, para cultivos diferentes a los que nutrieron los cerebros de las personas que hicieron grande el Tahuantinsuyo; por ejemplo se usan para la siembra de alfalfa un cultivo que no es oriundo de esta parte del mundo, muchas veces hacen ingresar al ganado vacuno al mismo anden lo que causa el deterioro, ya que esta estructura no ha sido pensada para un animal pesado, sino para animales ligeros y garbosos como los auquénidos.
Propuesta Nacional
Los sistemas de andenes en el Perú pueden sobrepasar el millón de hectáreas, una cifra colosal, pero que por ahora solo podemos sentirnos orgullosos por su belleza paisajista; es necesario poner en producción esta herencia ancestral imitando el trabajo del gobierno chino, que le suma a su belleza paisajista una gran producción de cultivos como el té y otros más que les ha merecido ser designados como uno de los sitios del Patrimonio Agrícola Mundial.




Proponemos crear el Programa Nacional de Recuperación de los Sistemas de Andenerías. Este programa debe ser una alternativa productiva de lucha contra la pobreza bajo un enfoque multidimensional: ingeniería, agroecología, ambiente e historia. Recuperar los hermosos espacios dotándolos de infraestructura para recibir visitantes que quieran realizar turismo vivencial, donde puedan tener contacto con la naturaleza, realizar actividades de mantenimiento de cultivos y ver la aplicación del agua a través del riego, el resplandor de los frutos y la belleza paisajista.
El programa debe contemplar el financiamiento y crédito para aumentar la productividad y valor agregado del producto agrícola, asimismo incentivar las actividades de turismo y programas educativos, además la conservación del recurso natural y cultura tradicional (costumbres, tradiciones, ritos entre otros).
Las condiciones están dadas, hoy como nunca tenemos las posibilidades económicas para hacerlo, y sobre todo usemos lo que conocemos como la globalización del conocimiento para adoptar las mejores medidas que nos garanticen el éxito de estas intervenciones.
Garanticemos que el esfuerzo del poblador rural, del pequeño y mediano agricultor será recompensado con un mayor ingreso económico, que la actividad de producir sea rentable, que tenga mejores condiciones de vida para él y su familia, con mejores servicios de educación, de transporte, de comunicación y además con el cuidado y respeto de su entorno. Que la actividad que consideramos contaminante, como la minería vea un entorno saludable, ordenado, con oportunidades y que lejos de atentar con el ambiente se convierta en un socio del desarrollo financiando los proyectos del “Programa Nacional de Recuperación de los Sistemas de Andenerías”.

Estamos seguros que los agricultores seguirán aportando en la seguridad alimentaria, aportando una canasta familiar y variada, gracias a nuestro generoso y diverso clima y sobre todo al esfuerzo y valentía de los hombres del campo.
Esperamos en GSAGUA transmitir la preocupación del hombre del campo, de la persona que arriesga todo y decirle FELIZ DÍA SEÑOR AGRICULTOR.
25 junio, 2022 en 6:24 PM
Desde nuestros ancestros la agricultura fue prioridad en nuestra patria sin mayor afectación a la calidad del agua en las cabeceras de cuenca, si se debe mensional que los efluentes de las actividades minera, agrícola, saneamiento está afectando la calidad de los cultivos para consumo humano.
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