■ Participación: Todos los ciudadanos, tanto hombres como mujeres, deben poder opinar, directamente o a través de organizaciones intermediarias que representen sus intereses, sobre los procesos de formulación de políticas y de toma de decisiones. Una amplia participación depende de que los Gobiernos nacionales y locales apliquen un enfoque inclusivo.
■ Transparencia: La información debe fluir libremente en la sociedad. Los procesos, las instituciones y la información deben ser directamente accesibles a todas las partes concernidas.
■ Equidad: Todos los grupos sociales, tanto los hombres como las mujeres, deben tener la oportunidad de mejorar su bienestar.
■ Efectividad y eficiencia: Los procesos e instituciones deben conseguir unos resultadosque satisfagan las necesidades sacando el máximo provecho de los recursos.
■ Estado de derecho: Los marcos legales deben ser justos y aplicarse imparcialmente, especialmente las leyes relativas a los derechos humanos.
■ Responsabilidad: Los Gobiernos, el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil deben poder responder ante la opinión pública o los intereses a los que representan.
■ Coherencia: Teniendo en cuenta la creciente complejidad de las cuestiones relacionadas con los recursos hídricos, las políticas y acciones pertinentes deben ser coherentes, sistemáticas y de fácil comprensión.
■ Capacidad de respuesta: Las instituciones y los procesos deben servir a todas las partes concernidas y responder adecuadamente a los cambios en la demanda y las preferencias, o a cualquier otra nueva circunstancia.
■ Integración: La gobernabilidad del agua debe mejorar y promover unos enfoques integrados y holísticos.
■ Consideraciones éticas: La gobernabilidad del agua tiene que basarse en los principios éticos de las sociedades sobre las que ésta funciona, por ejemplo, respetando los derechos tradicionales del agua.
Fuente: Naciones Unidas 2003

