Cuando decidimos desarrollar este espacio lo primero que hicimos fue pensar en el nombre, luego de pensarlo me decido por Gestión Sostenible del Agua ahora GSAGUA por sus iniciales. Luego pensar en el logo del mismo, un logo que transmita el pensamiento de sostenibilidad que queremos darle al uso de los recursos hídricos. Echamos a andar la idea y vemos con agrado como esta comunidad crece cada vez más, tanto que algunas veces rebasa nuestros tiempos y obligaciones profesionales y laborales, pero que a su vez nos han dado importantes satisfacciones en ese orden de cosas.

En una oportunidad, luego de los muchos contenidos que hemos compartido, el Ing. Manuel Paulet lanza la aparente sencilla pregunta: ¿Cuál sería una buena definición de Gestión Sostenible del Agua y que ejemplos tenemos en el Perú? ¿…o donde hay ejemplos?

Una pregunta tan simple pero tan compleja y que trataré de responder con el siguiente artículo.

En primer lugar el concepto de sostenibilidad en el uso de los recursos y en el camino del desarrollo lo da el equilibrio entre tres aspectos fundamentales: el aspecto social, el económico y el ambiental, un concepto ampliamente difundido pero de lejos poco aplicado en la práctica, esto lo corrobora los conflictos que estamos aún viviendo. Si en el diseño de los proyectos se involucrara estos conceptos no tendríamos la cantidad de conflictos que ahora afrontamos, pero no desviemos la atención a otros temas.

En la siguiente figura se gráfica esta búsqueda de equilibrio, y en él la Global Water Partnership (GWP – Asociación Mundial para el Agua) incluye tres áreas fundamentales como claves de cambio para mejorar la gestión de los recursos hídricos y lograr un uso sostenible de los recursos hídricos, los cuales son: un ambiente favorable, instrumentos de gestión y una estructura Institucional.

Pensamos que una gestión sostenible del agua se debe desarrollar bajo el concepto de sostenibilidad antes indicado y desarrollándose bajo las tres áreas claves identificadas.

Estructura Institucional

Contar con un poderoso Sistema Institucional para la Gestión del Agua con autonomía plena, recursos económicos suficientes, solvencia profesional y moral en las personas que la dirigen. La autoridad no debe estar sometida al vaivén político de turno. El Sistema Nacional de los recursos hídricos debe ser un ente nacional independiente de los sectores productivos del país, donde sus directivos sean elegidos bajo riguroso concurso, quizás designado de manera similar a como se designa al defensor del pueblo, para evitar la interferencia política en las decisiones del mismo bajo un marco organizativo claro y coherente con los cambios estructurales necesarios para modernizar la gestión de los recursos hídricos.

Instituciones con programas de Fortalecimiento de Capacidades para la gestión de los recursos hídricos entendiéndose como tal a obtener mayores conocimientos, mejorar las habilidades y al cambio de actitud. Los mayores conocimientos se lograrán con maestrías, diplomados, doctorados, talleres, pasantías solo por mencionar algunos, muchas veces nos quedamos en este nivel sin ir más allá; saber en cada una de las personas en que son mejores, en que son buenos, cuales son sus mejores habilidades y sobre eso trabajar en el mejoramiento de esas habilidades a través de diplomados, talleres vivenciales metodologías de aprender haciendo como ejemplo de cómo lograrlo; y por último cambios de actitud difícil de lograr pero no imposible de hacerlo mediante talleres de liderazgo, reconocimientos, incentivos que busquen hacer de todos las personas que integran estas instituciones agentes de cambio.

Ambiente Favorable

Tener Políticas Hídricas con lineamientos de desarrollo claros para el país donde se sobreponga el interés nacional a los intereses particulares y personales de las personas que gobiernan.

Contar un ordenamiento Legal y Normativo claro y de conocimiento general donde se establezcan claramente las reglas de uso del agua y que sean de respeto y de aplicación real por todos, tantos de quienes hacemos uso del agua como de la autoridad que tiene que velar por su correcta aplicación.

Tener financiamientos e incentivos adecuados con recursos necesarios para  satisfacer las necesidades de agua, que permita el esfuerzo Económico y Técnico en la construcción de Infraestructuras Hidráulicas de todo tipo: como embalses, pozos, canales que garantice el abastecimiento urbano, la agricultura, la industria, el turismo y la energía.

Instrumentos de gestión

Contar con diagnósticos de evaluación de los recursos hídricos por cuencas definiéndose claramente la hidrología de las mismas, las demandas de la cuenca por todos los sectores que hacen uso del agua y estableciendo los balances respectivos, información que debe ser de conocimiento de todos los habitantes de la cuenca.

Tener planes GIRH que permitan prever situaciones ante eventos extremos como lo son:

En el nivel nacional:

• Plan Nacional de Gestión de los Recursos Hídricos que direccione el accionar del uso de los recursos hídricos en las cuencas.
• Plan Nacional de Calidad de Aguas que asegure que todas las aguas residuales urbanas tengan un tratamiento adecuado y se cumplan objetivos ambientales